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Subject: Morir con y por la camiseta
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La verdad hay jugadores que no sienten la camiseta de un club de Primera, miren este chico por que tenia 28 años jugador del Torneo del Interior. Un Grande la verdad ojala Dios te ilumine donde estes y acompañe a tu flia.
Tragico fin de semana en Pampa del Infierno
(Diario NORTE, Sáenz Peña - Chaco) “Quiero jugar, estoy bien. Además voy a hacer dos goles y me voy a matar en el partido”. Palabras más, palabras menos, Mauro Angeli transmitía a dirigentes e integrantes del cuerpo técnico las ganas de siempre para afrontar el partido del pasado domingo frente a Belgrano, en Quitilipi, por la Zona 38 del Torneo del Interior.
Es que el preparador físico lo quería preservar para el partido del fin de semana venidero ante Sarmiento, en cancha de For Ever, por una lesión en una de sus piernas y por una pubialgia. Pero el amor por la camiseta pudo más y le pidió que convenza al técnico Manuel Sáez para jugar. Sería su último partido. Porque ya en el primer tiempo comenzó a evidenciar falta de aire y dolores hepáticos.
Salió 5 minutos y volvió a entrar. Jugó 15 minutos más y no lo pudo soportar. “Le pegaron un codazo y no se pudo recuperar”, fueron las primeras observaciones, aunque a la vez admitían que el golpe que pudo haber sufrido no parecía haber sido para tanto. Trasladado al hospital de Quitilipi, se comprobó que su presión arterial superaba holgadamente lo normal. La situación comenzaba a complicarse.
De inmediato fue derivado al Hospital 4 de Junio de Saenz Peña (unos 25 kilómetros), se intentó estabilizarlo y se le practicó una tomografía computada que arrojó como resultado un preocupante hematoma en el hígado, que afectaba parte del pulmón. No era ningún golpe. Un tumor venía haciendo de las suyas desde hace tiempo, sin que él ni nadie lo supiera (aunque quizás íntimamente sabía que los padecimientos que sufría sin expresarlo, no eran buen aliciente).
Fue fulminante. Nadie lo podía creer. Sus ganas de vivir nunca aflojaron, y en su entorno se negaban a creer el diagnóstico del cuerpo médico que lo atendió. “La situación es grave, el chico se está muriendo”. Se pensó en un traslado de urgencia al Hospital Perrando de Resistencia, pero no se lograba estabilizarlo.
Mientras, compañeros de equipo, dirigentes, el propio intendente de Pampa del Infierno, Marcelo Píccoli, y uno de sus acérrimos rivales políticos, Carlos Andión, olvidaron aquellas discusiones y se pusieron codo a codo junto a la familia de Mauro. Todo era desazón, pero la luz de esperanza permanecía encendida a pesar del oscuro pronóstico. “La tomografía suele no ser exacta, mantengamos la fe”, se encargaba de transmitir el doctor Píccoli.
Pero una neumonía agravó enseguida el cuadro, complicándose también la zona renal. El final, irremediable, se acercaba. De la Guardia de Emergencia se lo trasladó hasta la Sala de Terapia Intensiva. Se movió desde la camilla por sus propios medios. Pero lo inesperado, llegó. A las 1,45 del lunes 9 de febrero, Mauro Alejandro Angeli (28) dejó a su familia, amigos y todo un pueblo llorándolo.
No hay consuelo. No hay palabras para explicarlo. Sólo el pedido al Altísimo para que lo tenga en un lugar privilegiado. Fue su último partido, pero su hermano Walter (volante titular y emblema del equipo), su padre Luis (ex-figura del club y director técnico), su madre, amigos e integrantes del plantel, seguirán jugando por él. De aquí en más, el desafío será ese. Porque Mauro lo quería así.
-Foto:
-angeli-mauro: La muerte encontró a Mauro Angeli lleno de energía y con las ganas de defender como siempre los colores de Sportivo Pampa. A los 28 años, una enfermedad fulminante truncó su vida de manera inesperada. Todo Pampa del Infierno llora al hijo de su pueblo.
Informo Raul Palomino para Diario Norte y Ascenso del Interior
Desde Ascenso del Interior enviamos nuestras sinceras condolencias con toda la familia del jugador y sus compañeros de Sp. Pampa y apelamos a que el Consejo Federal postergue el proximo partido que debiera disputar esta institución.
Profundo dolor por la muerte de Mauro Angeli
La tarde futbolística del Torneo del Interior había terminado el domingo en distintos estadios cuando se conoció del traslado de urgencia al Hospital 4 de Junio de Sáenz Peña de Mauro Angeli jugador de Sportivo Pampa que había derrotado por 1 a 0 a General Belgrano en Quitilipi. A la madrugada del lunes, alrededor de las 2,30 se produjo su inesperado deceso y ayer por la tarde eran sepultados sus restos en el cementerio de Pampa del Infierno de donde era originario.
En el primer cuarto de hora del partido disputado por la Zona 38 Angeli había sufrido un golpe en la zona del hígado lo que provocó su salida del campo de juego para regresar poco después, volver a caerse y quedar sin fuerzas para continuar. Uno de sus compañeros que intentó reanimarlo fue Fabio Bravo quien recordó que Mauro le había dicho que quería jugar ese partido, a pesar de que otros pensaban que era importante preservarlo para el choque con el otro puntero de la zona, Sarmiento de Resistencia. “Me dijo que le dolía mucho y no podía seguir”, recordó entre lágrimas el delantero, cuando después en el partido era reemplazado por Carlos Leonhardt.
Mauro Angeli fue trasladado al Hospital de Quitilipi donde estuvo acompañado por el intendente de Pampa del Infierno, Marcelo Piccoli, quien además es médico, y siguió de cerca todas las instancias. En ese nosocomio le aplicaron inyectables porque la presión había superado los 27 y se calcula que habría jugado el partido también con presión alta.
Una vez que pudieron bajar la presión fue trasladado de urgencia a Sáenz Peña donde en compañía de un permanente colaborador del club como es Carlos Andión, Fernando Vittar y otros dirigentes lo llevaron al Hospital 4 de Junio donde ingresó poco después de las 21. Más tarde el plantel a pleno que regresaba de Quitilipi se sumó al acompañamiento del padre, ex- técnico y jugador del club, Luis Angeli y de su hermano, el volante central y capitán del equipo, Walter Angeli, además de la madre del jugador y otros familiares que vivían momentos de profunda angustia.
Una triste noticia
Una vez que se le realizaron los estudios correspondientes, a través de una tomografía, se descubrió que Mauro Angeli, de sólo 28 años de edad, tenía localizado un tumor en la zona hepática que se había ramificado a los riñones y el pulmón izquierdo. Los médicos que trabajaron en la sala de urgencias del 4 de Junio buscaron estabilizarlo con el objetivo de llevarlo hasta Resistencia donde se tenía pensado intervenirlo quirúrgicamente.
Más allá de la medianoche cuando el plantel se había retirado a Pampa del Infierno, junto a la madre del jugador, quedando su padre, hermano, otros jugadores, dirigentes y amigos, Angeli sufrió una complicación que lo derivó a la sala de terapia intensiva, donde poco después comenzó con un cuadro de arritmia cardíaca que luego culminó con su muerte.
De acuerdo a lo explicado por el doctor Cristian Delera, uno de los facultativos que atendió al jugador, “la muerte se produjo no por el golpe en la cancha, sino por el tumor que había obstruído otros órganos, y el deceso se podía haber producido en cualquier lugar, y en cualquier momento”. El profesional también acotó que Mauro Angeli le había revelado que desde hace dos años venía con problemas respiratorios que le afectaban jugar al fútbol, y que al parecer desconocía que tenía esta cruel enfermedad, sin haberse realizado otros estudios previos.
Un gran deportista
Mauro Angeli que hizo casi la totalidad de su carrera deportiva en Sportivo Pampa se consagró varias veces campeón con los “canarios” de los torneos de la Liga Saenzpeñense y participó de las cinco ediciones consecutivas que venían cumpliendo los pampeanos en el Torneo del Interior, jugando generalmente como enganche y llegando reiteradamente al gol. Había llegado al club a los 14 años hasta que poco después debutó en la Primera División. Formó parte de una generación de valores que le sigue dando satisfacciones a los hinchas de Sportivo.
En otras etapas hasta se había desempeñado como preparador físico del equipo, porque le quedaban un par de materias para recibirse de profesor de educación física. El año pasado tuvo una corta incursión por General Belgrano de Sáenz Peña donde también marcó varios goles y dejó su sello de calidad y buen trato del balón, cual era su característica principal.
Había comenzado de arquero, luego de marcador central para terminar como volante ofensivo. Actualmente trabajaba en la secretaría de empleos de la Municipalidad de Pampa del Infierno. Mauro deja gratos recuerdos en toda la comunidad de Pampa del Infierno y dentro de un campo de juego donde el vivía en plenitud.
Jorge Marich diario Primera Linea y LT 16 Radio Sáenz Peña
Tragico fin de semana en Pampa del Infierno
(Diario NORTE, Sáenz Peña - Chaco) “Quiero jugar, estoy bien. Además voy a hacer dos goles y me voy a matar en el partido”. Palabras más, palabras menos, Mauro Angeli transmitía a dirigentes e integrantes del cuerpo técnico las ganas de siempre para afrontar el partido del pasado domingo frente a Belgrano, en Quitilipi, por la Zona 38 del Torneo del Interior.
Es que el preparador físico lo quería preservar para el partido del fin de semana venidero ante Sarmiento, en cancha de For Ever, por una lesión en una de sus piernas y por una pubialgia. Pero el amor por la camiseta pudo más y le pidió que convenza al técnico Manuel Sáez para jugar. Sería su último partido. Porque ya en el primer tiempo comenzó a evidenciar falta de aire y dolores hepáticos.
Salió 5 minutos y volvió a entrar. Jugó 15 minutos más y no lo pudo soportar. “Le pegaron un codazo y no se pudo recuperar”, fueron las primeras observaciones, aunque a la vez admitían que el golpe que pudo haber sufrido no parecía haber sido para tanto. Trasladado al hospital de Quitilipi, se comprobó que su presión arterial superaba holgadamente lo normal. La situación comenzaba a complicarse.
De inmediato fue derivado al Hospital 4 de Junio de Saenz Peña (unos 25 kilómetros), se intentó estabilizarlo y se le practicó una tomografía computada que arrojó como resultado un preocupante hematoma en el hígado, que afectaba parte del pulmón. No era ningún golpe. Un tumor venía haciendo de las suyas desde hace tiempo, sin que él ni nadie lo supiera (aunque quizás íntimamente sabía que los padecimientos que sufría sin expresarlo, no eran buen aliciente).
Fue fulminante. Nadie lo podía creer. Sus ganas de vivir nunca aflojaron, y en su entorno se negaban a creer el diagnóstico del cuerpo médico que lo atendió. “La situación es grave, el chico se está muriendo”. Se pensó en un traslado de urgencia al Hospital Perrando de Resistencia, pero no se lograba estabilizarlo.
Mientras, compañeros de equipo, dirigentes, el propio intendente de Pampa del Infierno, Marcelo Píccoli, y uno de sus acérrimos rivales políticos, Carlos Andión, olvidaron aquellas discusiones y se pusieron codo a codo junto a la familia de Mauro. Todo era desazón, pero la luz de esperanza permanecía encendida a pesar del oscuro pronóstico. “La tomografía suele no ser exacta, mantengamos la fe”, se encargaba de transmitir el doctor Píccoli.
Pero una neumonía agravó enseguida el cuadro, complicándose también la zona renal. El final, irremediable, se acercaba. De la Guardia de Emergencia se lo trasladó hasta la Sala de Terapia Intensiva. Se movió desde la camilla por sus propios medios. Pero lo inesperado, llegó. A las 1,45 del lunes 9 de febrero, Mauro Alejandro Angeli (28) dejó a su familia, amigos y todo un pueblo llorándolo.
No hay consuelo. No hay palabras para explicarlo. Sólo el pedido al Altísimo para que lo tenga en un lugar privilegiado. Fue su último partido, pero su hermano Walter (volante titular y emblema del equipo), su padre Luis (ex-figura del club y director técnico), su madre, amigos e integrantes del plantel, seguirán jugando por él. De aquí en más, el desafío será ese. Porque Mauro lo quería así.
-Foto:
-angeli-mauro: La muerte encontró a Mauro Angeli lleno de energía y con las ganas de defender como siempre los colores de Sportivo Pampa. A los 28 años, una enfermedad fulminante truncó su vida de manera inesperada. Todo Pampa del Infierno llora al hijo de su pueblo.
Informo Raul Palomino para Diario Norte y Ascenso del Interior
Desde Ascenso del Interior enviamos nuestras sinceras condolencias con toda la familia del jugador y sus compañeros de Sp. Pampa y apelamos a que el Consejo Federal postergue el proximo partido que debiera disputar esta institución.
Profundo dolor por la muerte de Mauro Angeli
La tarde futbolística del Torneo del Interior había terminado el domingo en distintos estadios cuando se conoció del traslado de urgencia al Hospital 4 de Junio de Sáenz Peña de Mauro Angeli jugador de Sportivo Pampa que había derrotado por 1 a 0 a General Belgrano en Quitilipi. A la madrugada del lunes, alrededor de las 2,30 se produjo su inesperado deceso y ayer por la tarde eran sepultados sus restos en el cementerio de Pampa del Infierno de donde era originario.
En el primer cuarto de hora del partido disputado por la Zona 38 Angeli había sufrido un golpe en la zona del hígado lo que provocó su salida del campo de juego para regresar poco después, volver a caerse y quedar sin fuerzas para continuar. Uno de sus compañeros que intentó reanimarlo fue Fabio Bravo quien recordó que Mauro le había dicho que quería jugar ese partido, a pesar de que otros pensaban que era importante preservarlo para el choque con el otro puntero de la zona, Sarmiento de Resistencia. “Me dijo que le dolía mucho y no podía seguir”, recordó entre lágrimas el delantero, cuando después en el partido era reemplazado por Carlos Leonhardt.
Mauro Angeli fue trasladado al Hospital de Quitilipi donde estuvo acompañado por el intendente de Pampa del Infierno, Marcelo Piccoli, quien además es médico, y siguió de cerca todas las instancias. En ese nosocomio le aplicaron inyectables porque la presión había superado los 27 y se calcula que habría jugado el partido también con presión alta.
Una vez que pudieron bajar la presión fue trasladado de urgencia a Sáenz Peña donde en compañía de un permanente colaborador del club como es Carlos Andión, Fernando Vittar y otros dirigentes lo llevaron al Hospital 4 de Junio donde ingresó poco después de las 21. Más tarde el plantel a pleno que regresaba de Quitilipi se sumó al acompañamiento del padre, ex- técnico y jugador del club, Luis Angeli y de su hermano, el volante central y capitán del equipo, Walter Angeli, además de la madre del jugador y otros familiares que vivían momentos de profunda angustia.
Una triste noticia
Una vez que se le realizaron los estudios correspondientes, a través de una tomografía, se descubrió que Mauro Angeli, de sólo 28 años de edad, tenía localizado un tumor en la zona hepática que se había ramificado a los riñones y el pulmón izquierdo. Los médicos que trabajaron en la sala de urgencias del 4 de Junio buscaron estabilizarlo con el objetivo de llevarlo hasta Resistencia donde se tenía pensado intervenirlo quirúrgicamente.
Más allá de la medianoche cuando el plantel se había retirado a Pampa del Infierno, junto a la madre del jugador, quedando su padre, hermano, otros jugadores, dirigentes y amigos, Angeli sufrió una complicación que lo derivó a la sala de terapia intensiva, donde poco después comenzó con un cuadro de arritmia cardíaca que luego culminó con su muerte.
De acuerdo a lo explicado por el doctor Cristian Delera, uno de los facultativos que atendió al jugador, “la muerte se produjo no por el golpe en la cancha, sino por el tumor que había obstruído otros órganos, y el deceso se podía haber producido en cualquier lugar, y en cualquier momento”. El profesional también acotó que Mauro Angeli le había revelado que desde hace dos años venía con problemas respiratorios que le afectaban jugar al fútbol, y que al parecer desconocía que tenía esta cruel enfermedad, sin haberse realizado otros estudios previos.
Un gran deportista
Mauro Angeli que hizo casi la totalidad de su carrera deportiva en Sportivo Pampa se consagró varias veces campeón con los “canarios” de los torneos de la Liga Saenzpeñense y participó de las cinco ediciones consecutivas que venían cumpliendo los pampeanos en el Torneo del Interior, jugando generalmente como enganche y llegando reiteradamente al gol. Había llegado al club a los 14 años hasta que poco después debutó en la Primera División. Formó parte de una generación de valores que le sigue dando satisfacciones a los hinchas de Sportivo.
En otras etapas hasta se había desempeñado como preparador físico del equipo, porque le quedaban un par de materias para recibirse de profesor de educación física. El año pasado tuvo una corta incursión por General Belgrano de Sáenz Peña donde también marcó varios goles y dejó su sello de calidad y buen trato del balón, cual era su característica principal.
Había comenzado de arquero, luego de marcador central para terminar como volante ofensivo. Actualmente trabajaba en la secretaría de empleos de la Municipalidad de Pampa del Infierno. Mauro deja gratos recuerdos en toda la comunidad de Pampa del Infierno y dentro de un campo de juego donde el vivía en plenitud.
Jorge Marich diario Primera Linea y LT 16 Radio Sáenz Peña
un recuerdo!
Jacobo Urso: dejar la vida en la cancha
Cuantas veces uno dijo, refiriéndose a un jugador, que éste deja la vida en la cancha. Claro que cuando uno lo dice nunca está hablando de manera literal como en el caso de Jacobo Urso.
Jacobo llegó a San Lorenzo en 1914 para incorporarse a la sexta división, en 1915 en un ascenso meteórico —para esa época— pasó a tercera y el 7 de mayo de 1916 debutó en primera división ante Estudiantes de La Plata, el día de la inauguración oficial del Gasómetro de Avenida La Plata, partido que ganó 2 a 1 con goles de Moggio y Fernández el conjunto local.
En sus puestos de centro-half primero y half-izquierdo (lo q hoy en día se conoce como volante central ó 5 y volante izquierdo ó 3) supo rendir con gran solvencia, siendo un jugador temperamental, con mucha garra, pero también con habilidad y velocidad, como expresaban los medios de la época. En 1919 y 1920 tuvo altos rendimientos, que lo llevó a jugar en la selección de la asociación amateurs.
El 30 de julio de 1922, el conjunto azulgrana enfrentaba, en cancha de Palermo, a Estudiantes de Buenos Aires. A los diez minutos del segundo tiempo, con el marcado cero a cero, Jacobo fue a disputar una pelota en el medio campo contra dos rivales: Comolli y Van Kammenade. Fue como iba siempre, como se debe: de frente, limpiamente y con todo lo que tenía. El choque fue brutal. Jacobo demoró en reincorporarse, se tomaba el costado y escupió sangre. Dos costillas de Urso se fracturaron. Respiraba con dificultad y tenía una sola cosa en mente: la victoria.
Al rato se arrimó donde estaba parte del plantel que no le tocó jugar para tomar agua (como no había cambios no existía el banco de suplentes), El entrenador le pidió que dejara el campo pero eso lo ofendía infinitamente, quería la victoria. Aceptó solo un grueso pañuelo que mordía fuertemente para soportar mejor el dolor y siguió yendo a todas.
A la media hora del segundo tiempo llegó hasta fondo de la cancha, el pañuelo en su boca estaba completamente rojo y con lo último, apurado por un rival, alcanzó a meter el centro del gol que le dio el triunfo al Santo por 1 a 0. No lo gritó. Su equipo ganaba y a él lo abandonaban las fuerzas, quedó en el suelo y se desmayó.
Al finalizar el partido se había desvanecido ya que una de las costillas le perforo un riñón. Fue internado en el Hospital Ramos Mejia, donde fue operado 2 veces. Una multitud vivió de cerca toda la agonía del jugador, que duró una semana, falleciendo el 6 de agosto de 1922.
Lo que deja pensando esto es el espíritu amateur que tenían algunos jugadores en el pasado y que no es el mismo que tienen los jugadores de ahora a quienes solo les interesa hacer la diferencia económica, salir lindos para las cámaras y ganarse minitas.
Jacobo Urso: dejar la vida en la cancha
Cuantas veces uno dijo, refiriéndose a un jugador, que éste deja la vida en la cancha. Claro que cuando uno lo dice nunca está hablando de manera literal como en el caso de Jacobo Urso.
Jacobo llegó a San Lorenzo en 1914 para incorporarse a la sexta división, en 1915 en un ascenso meteórico —para esa época— pasó a tercera y el 7 de mayo de 1916 debutó en primera división ante Estudiantes de La Plata, el día de la inauguración oficial del Gasómetro de Avenida La Plata, partido que ganó 2 a 1 con goles de Moggio y Fernández el conjunto local.
En sus puestos de centro-half primero y half-izquierdo (lo q hoy en día se conoce como volante central ó 5 y volante izquierdo ó 3) supo rendir con gran solvencia, siendo un jugador temperamental, con mucha garra, pero también con habilidad y velocidad, como expresaban los medios de la época. En 1919 y 1920 tuvo altos rendimientos, que lo llevó a jugar en la selección de la asociación amateurs.
El 30 de julio de 1922, el conjunto azulgrana enfrentaba, en cancha de Palermo, a Estudiantes de Buenos Aires. A los diez minutos del segundo tiempo, con el marcado cero a cero, Jacobo fue a disputar una pelota en el medio campo contra dos rivales: Comolli y Van Kammenade. Fue como iba siempre, como se debe: de frente, limpiamente y con todo lo que tenía. El choque fue brutal. Jacobo demoró en reincorporarse, se tomaba el costado y escupió sangre. Dos costillas de Urso se fracturaron. Respiraba con dificultad y tenía una sola cosa en mente: la victoria.
Al rato se arrimó donde estaba parte del plantel que no le tocó jugar para tomar agua (como no había cambios no existía el banco de suplentes), El entrenador le pidió que dejara el campo pero eso lo ofendía infinitamente, quería la victoria. Aceptó solo un grueso pañuelo que mordía fuertemente para soportar mejor el dolor y siguió yendo a todas.
A la media hora del segundo tiempo llegó hasta fondo de la cancha, el pañuelo en su boca estaba completamente rojo y con lo último, apurado por un rival, alcanzó a meter el centro del gol que le dio el triunfo al Santo por 1 a 0. No lo gritó. Su equipo ganaba y a él lo abandonaban las fuerzas, quedó en el suelo y se desmayó.
Al finalizar el partido se había desvanecido ya que una de las costillas le perforo un riñón. Fue internado en el Hospital Ramos Mejia, donde fue operado 2 veces. Una multitud vivió de cerca toda la agonía del jugador, que duró una semana, falleciendo el 6 de agosto de 1922.
Lo que deja pensando esto es el espíritu amateur que tenían algunos jugadores en el pasado y que no es el mismo que tienen los jugadores de ahora a quienes solo les interesa hacer la diferencia económica, salir lindos para las cámaras y ganarse minitas.
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