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Subject: Historias del fútbol

2016-08-27 13:39:17
dewb to All
Robert Sidney Buck fue un futbolista de origen inglés que defendió los colores de la Selección Uruguaya en tres partidos contra sus similares argentina y chilena. Curiosamente luego juega un partido defendiendo a la Selección Argentina, contra nada menos que la uruguaya convirtiéndose así en miembro del selecto grupo de futbolistas que han defendido mas de una selección nacional. (Como Schiaffino o Ghiggia, por ejemplo)

Conocido en Londres como Sidney o Sid Buck, jugó en el fútbol regional de la zona de Londres, primeramente para el Townley Park hasta la temporada 1904/5 y al Dulwich Hamlet FC, en las temporadas de 1905/6 hasta 1907/8 junto con tres de sus hermanos siendo goleadores del equipo. Los hermanos aparentemente continuaron jugando para el New Crusaders F.C. pero Robert Sidney pronto emprendió otro camino. El 8 de enero de 1909 se embarca en Southampton rumbo a Buenos Aires ya que le habían ofrecido una posición comercial en Montevideo. Acá en el Río de la Plata pronto encontró equipo, mas precisamente formo parte del equipo del Montevideo Wanderers de 1909 y 1910. Fue durante su pertenencia al equipo bohemio que defendió los colores de Uruguay e incluso llegó a convertir un gol en la Copa América de 1910 que por no ser oficial no se toma en cuenta como Copa América.



En esta foto histórica lo vemos parado en segunda fila (segundo lugar desde la izquierda) vistiendo los colores de Montevideo Wanderers.

Aquí una foto anterior, que fuera portada recientemente de una revista histórica inglesa.



Luego, quiso el destino que pasara a jugar en el Quilmes de la provincia de Buenos Aires en 1912. Y fue de esa forma que en ese mismo año defiende a la Selección Argentina en contra de la uruguaya. Probablemente se haya enfrentado a varios de sus ex-compañeros de selección y haya tenido como compañeros a varios de sus antiguos adversarios. Nada que a nivel de clubes sea extraordinario, pero a nivel de selecciones si es un caso raro.

Es de notar que a nivel de clubes fue campeón de la Surrey Senior Cup (una de las copas mas antiguas del mundo que aún se continúa disputando) tanto con el Townley Park como con el Dulwich Hamlet. En Uruguay fue campeón uruguayo con Montevideo Wanderers en 1909. Y en 1912 fue campeón argentino (AFA) con Quilmes. Un palmarés envidiable.

Bueno, espero que les haya gustado esta nota histórica. Pensé que era el primer jugador en la historia en defender a dos selecciones diferentes pero aparentemente hay un caso previo entre Argentina y Chile y algún otro entre selecciones británicas. Si es el primer caso para Uruguay, aunque no el último.
2016-08-28 01:43:26
Donde buscas esta info? muy buena!!
2016-08-28 02:05:27
¡Gracias! De casualidad vi que había jugado por Argentina y por Uruguay, me interesé y escarbando, escarbando encontré mas información aunque todavía incompleta para mi gusto. Es una pena que haya tan poca información de jugadores así que hicieron historia. De hecho en la Wikipedia en inglés está pero con menos detalles todavía.
2016-08-29 16:40:06
El caso español: Franco y la furia española
Durante el franquismo España no fue indiferente a la explotación política del fútbol. Con la llegada al poder del Caudillo tras la Guerra Civil (1936-1939) comenzó la instrumen-talización política del fútbol.
La Delegación Nacional de Deportes (DND) −cuyo lema era «haga deporte y mejore la raza»−, dependiente de la Secretaría General del Movimiento y a cuyo frente estaba el general José Moscardó, fue creada con la finalidad de utilizar el deporte como exhibición internacional de la virilidad hispana al estilo de los regímenes totalitarios de Italia y Alemania en los decenios 1930 y 1940.
Los futbolistas españoles, al igual que sus vecinos italianos y alemanes, se alineaban antes de cada encuentro con la palma extendida en alto para entonar el Cara al Sol y gritar «¡Arriba España! ¡Viva Franco!»: «En la tarde del caluroso domingo del 25 de junio de 1939, el Sevilla y el Racing de El Ferrol disputaron la primera final de la Copa del Generalísimo en el estadio Montjuich de Barcelona. Habían pasado menos de tres meses de la conclusión de la Guerra Civil […]. Los dos equipos se alinearon antes del comienzo del partido y elevaron el brazo para hacer el saludo fascista. Pocos segundos más tarde por los altavoces del estadio irrumpió el himno de batalla falangista Cara al Sol. Los jugadores empezaron a cantar entusiasmadamente y la multitud que llenaba el estadio pronto les siguió de pie con los brazos en alto y cantando como un solo hombre»
Las manifestaciones políticas fascistas se hicieron aún más evidentes durante el denominado período azul (1939-1945). La camiseta roja de la selección, diseñada por el marqués de Villamejor para la primera participación nacional en los Juegos Olímpicos de Amberes (Bélgica) de 1920, fue sustituida por otra de color azul a fin de evitar cualquier tipo de duda política: «La susceptibilidad de la época llegaba a estos extremos: todo lo rojo quedaba proscrito, aunque fuese en las camisetas del equipo nacional de fútbol, que se sus-tituyeron por otras azules, más en consonancia con las tendencias cromáticas de los años cuarenta»
Cualquier influencia foránea era tildada de sospechosa, por lo que los clubes que habían adoptado nombres anglosajones por la influencia inglesa también se vieron obligados por orden de 1 de febrero de 1941 a castellanizarse. Entre otros, el Football Club Barcelona pasó a llamarse Fútbol Club Barcelona; el Athletic Club de Bilbao, Atlético Club de Bilbao; y el Sporting de Gijón, Deportivo de Gijón.
Las redacciones de los periódicos también sufrieron los caprichos políticos y tuvieron que emprender un proceso de nacionalización del lenguaje, acomodando los tecnicismos ingleses fuertemente asentados a otras expresiones con acento español. Entre otras, balompié en lugar de foot-ball, saque de esquina por corner, juez de línea por linier, árbitro en sustitución de referee, o chut por shoot.
Además de estas medidas era obligatorio que la junta directiva de cada club contase entre sus filas con dos falangistas como mínimo.
El equipo nacional fue un gran socio de Franco para exaltar la furia española y explotar el concepto de madre patria. El Mundial de Brasil de 1950 constituyó uno de los acontecimientos de mayor exaltación patriótica. Antes de partir a tierras sudamericanas los jugadores habían sido advertidos de la importancia del evento en unos momentos en los que España intentaba asomar la cabeza en el panorama internacional. Según contaba Luis Molowny, durante una sesión de entrenamiento antes de ir a Brasil representantes del Gobierno insistieron machaconamente a los jugadores que debían considerarse embajadores de España ante quienes hasta entonces −el resto del mundo− les habían hecho un vacío por atreverse a ser diferentes: «A los jugadores se les dijo que debían mostrar un comportamiento impecable en todo momento, que vistiéramos el traje oficial, que dijé-
ramos lo correcto a los periodistas extranjeros e incluso ayudáramos al contrario a levan-tarse del suelo con una sonrisa si hacía falta»
Para llegar con garantías al evento, al Caudillo le fue tendida una mano desde el máximo órgano rector del fútbol: «El Mundial de 1950 fue una oportunidad política que el Gobierno español intentó aprovechar al máximo con la ayuda de la FIFA [...]. La FIFA había organizado los grupos para la fase de clasificación con gran cuidado. España se enfrentó a Portugal e Irlanda [únicos rivales deportivos entre 1945 y 1950, porque el resto de países no quería enfrentarse a España] con el fin de evitar posibles boicots por parte de sus adversarios»
El episodio más popular se produjo el 2 de julio de 1950 en Maracaná ante 65.000 espectadores. El partido estaba previsto para las 14.00 hora local y tuvo la mejor recaudación del torneo en un partido en el que no participó la selección brasileña. España venía de derrotar a Estados Unidos (3-1) y a Chile (2-0) y le quedaba enfrentarse a Inglaterra. En el minuto 49, en el que sería el único tanto del partido, el delantero vasco Telmo Zarraonandía, Zarra, consiguió batir al meta Williams. El presidente de la federación y ex divisionario azul Armando Muñoz Calero, presa del júbilo, reaccionó con gran patriotismo ante los micrófonos de Radio Nacional en el país sudamericano: «Tengo el honor y la inmensa satisfacción de comunicar a su excelencia el Generalísimo Franco que hemos vencido a la Pérfida Albión». Se quedó a gusto. Ganar a Inglaterra era como devolverle la moneda a la Armada Invencible.
La victoria fue relatada en el diario Marca del siguiente modo: «Una espléndida demos-tración al mundo entero de que la nueva España nacida de aquel sangriento conflicto ha recuperado completamente las tradicionales virtudes hispánicas de la pasión, la agresión, la furia, la virilidad y la impetuosidad».
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que España se había mantenido neutral en el conflicto bélico y sólo había participado tímidamente prestando su apoyo al bando alemán a través del envío de la División Azul a tierras soviéticas, la nación española era vista a los ojos del resto del mundo como el último representante del fascismo, por lo que Naciones Unidas emprendió un boicot diplomático y económico contra el Estado español. El general Franco comprendió entonces que la mejor solución para España pasaba por desprenderse de ese sambenito político. Este proceso se produjo igualmente a través del fútbol.
En 1947 se recuperó el color rojo tradicional del uniforme del equipo nacional y al mismo tiempo se eliminaron el saludo y canto antes de los partidos. Y aunque otros símbolos pervivieron hasta bastante más adelante −como la obligación de contar con dos falangistas en las juntas directivas de los clubes, vigente hasta 1967−, la propaganda fascista en el fútbol hasta el final de la dictadura fue más diluida.
El gran momento para el Estado español se produjo en 1964 con la conquista del campeonato de Europa de naciones. El rival (político) no podía ser otro mejor: la Unión Sovética (URSS), que por otro lado, era la vigente campeona del torneo. España, además, había sido designada anfitriona de la segunda edición del evento. En la final, que se celebró en el Estadio de Chamartín el 21 de junio de 1964, españoles y soviéticos se iban a ver las caras. La expectación era máxima no sólo por el enfrentamiento deportivo, sino por las connotaciones políticas que revestían el mismo. Acudieron al estadio 79.115 espectadores.
El partido comenzó bien para el equipo ibérico. En el minuto 5 Chus Pereda inauguró el marcador. La alegría duró poco. Dos minutos más tarde un gol de Khousseinov puso el tanteo en tablas. En el minuto 84, en un centro de Pereda por la derecha, Marcelino, con un mítico remate de cabeza, logró batir a Lev Yashin, la Araña Negra (único guardameta que ha ganado el Balón de Oro).
La victoria contra el combinado de la hoz y el martillo supo a gloria. Franco respiró tran-quilo. Vencer a la selección soviética era como derrotar al comunismo. Cuatro años antes Franco se había resistido a enfrentarse a la URSS cuando el bombo les emparejó en semifinales. El Caudillo sabía que los soviéticos eran una gran potencia futbolística y no podía arriesgarse a quedar en evidencia ante su gran enemigo político. La federación remitió entonces la siguiente nota: «Se suspenden los partidos con la URSS valederos para la Copa de Europa de Naciones. La federación española ha comunicado a la FIFA que quedan suspendidos dichos encuentros». La UEFA sancionó económicamente a España con 600.000 rublos. Para desgracia del Estado español el combinado rojo se proclamó campeón del certamen.

El futbol como fenomeno politico.
2016-08-31 01:24:48
Es interesante todo eso. El fútbol, lamentablemente, no es ajeno a influencias externas, tanto políticas, como económicas como incluso delictivas (lavado de dinero sobre todo). Si bien la FIFA siempre ha proclamado un control estricto sobre esas influencias extradeportivas también es cierto que ha caído en ellas como lo demuestran las redes de corrupción que implican a muchas altas autoridades de la FIFA. Ese caso de España en que la política intentó controlar el fútbol es, ajustándose al sujeto temático de este tópico, una historia que pasó, pero en algunos países todavía es presente. Capaz que el caso de Corea del Norte es el mas extremo, pero hay países cuyos dirigentes son miembros prominentes de la clase dirigente, y en otros, como Uruguay, siempre hubo políticos en el fútbol.
2016-08-31 22:35:33
Hya varias muestras... el 78, el mundialito... pan y circo.
2016-08-31 23:26:27
En el 78 Argentina tenía que hacerle 4 goles a Peru para pasar a Brasil y jugar la final contra Holanda. Se comenta que gobierno militar de la época quería comprar a los peruanos y venía todo mas o menos encaminado, con el detalle de que el entrenador calderón no quería ningún arreglo. Cuestión que media hora antes del partido, los dictadores en persona se aparecieron en el vestuario peruano y lograron convencer al entrenador para arreglar el partido. Con la condición del entrenador de que Perú jugaría con la camiseta roja y no con la clásica blanca con la franja colorada que de ninguna manera se podía manchar con un partido de estas características donde de antemano se entraba a perder por goleada. Se necesitaban 4 goles y finalmente fueron 6...


En Jordania el principe, hijo del rey es el presidente de la federación de fútbol de Jordania y sin ir mas lejos fue candidato a presidir la propia FIFA.

En Paraguay: El presidente Horacio Cartes fue presidente del Libertad, un equipo pequeño con auge moderado que durante su mandato obtuvo los mejores resultados deportivos de su historia. También tuvo altos cargos en la federación paraguaya de fútbol y estuvo muy vinculado con Nicolás Leoz.

En Uruguay: Tabaré Ramón Vazquez Rosas. Actual presidente de la república fue presidente del clun atlético progreso en 1989. Año en que el club logra su único campeonato uruguayo de la Historia y también estuvo MUY cerca de haber sido presidente de la AUF allá por fines de 1989. Tan cerca estuvo que solo lo separó una llamada telefónica de haber alcanzado la presidencia de la AUF. Y es que el por aquel entonces presidente de la República. El doctor Julio María Sanguinetti, llamó a la AUF instantes antes de una asamblea de clubes que lo proclamaría e instó a los dirigentes de los clubes a no nombrar a Vazquez aludiendo que prefería darle la intendencia y no la AUF. Meses después Tabaré Vazquez gana las elecciones para intendente de montevideo y de esa forma la izquierda accede al gobierno departamental por primera vez hasta en estos días donde aún se lo sigue sufriendo por parte de la población capitalina.

En el Mundialito no hubo tanto arreglo creo. Hay una película que se llama Mundialito que esta muy buena. ¿La vió?

Cataldi el ex presidente de peñarol fue el gran hacedor del mundialito. Los militares al principio no querían pero luego al ver la experiencia vivida en Argentina en 1978, se entusiasmaron con hacer algo similar aquí en 1980. Decía que Cataldi fue fundamental en la organización de ese torneo por que fue el que se reunió en Europa con los dirigentes de los Países que habían sido campeones mundiales y los convenció de venir . En Italia se reunió con el propio Berlusconi que era propietario de varios canales de televisión por los años 80, y este le dijo que si el (por Cataldi) lograba convencer de ir a los alemanes con todos los juugadores titulares. El venía a Uruguay y le hacía la transmisión en vivo para todo el Mundo y en colores. Hecho en inédito en Uruguay pues en aquel entonces no existía la TV a colores y que precisamente en ese torneo se hicieron los primeras transmisiones a color en el Uruguay. La cosa que Cataldi convenció a los alemanes de ir con todo diciéndoles que Italia ya se había comprometido a transmitir en vivo a color para todo el mundo - cosa que no era totalmente cierta, pues dependía de lo que dijeran los propios alemanes- pero no pudo arreglar con Inglaterra. Situación que lo llevó a pedirle la participación a los holandeses que por aquel entonces era el doble vice campeón mundial de 1974 y 1978 y probablemente el mejor equipo de la época.
2016-09-01 02:13:38
Vi la pelicula, pero no hablo de arreglo del campeonato... mas bien el hecho de hacerlo para entretener a las masas.
2016-09-01 02:32:39
Presidentes que han sido presidentes de clubes agrego dos muy conocidos: Macri (ex-presidente de Boca y actual presidente argentino) y Berlusconi (ex-presidente del consejo de ministros de Italia y mas que presidente dueño del Milan durante décadas).
2016-09-01 02:38:13
Era mas bien una especie de festejo por que los militares creyeron que iban a ganar el plebiscito del 80 que prácticamente los legitimaba en el poder..

Y fue un contraste grande entre aquel partido contra Brasil donde Uruguay ganó el Mundialito y en el que meses después los peruanos nos pegaron flor de baile en el estadio y nos dejaron afuera del mundial...Yo tenía cuatro años y recuerdo algo de ambos partidos. El de Perú creo que me marcó de por vida, por que era como imposible perder y sin embargo se perdió...Y la tensión del momento se notaba hasta en el aire...y yo con 4 años pensaba que Uruguay era invencible y hasta el País mas grande del Mundo...
2016-09-01 02:50:47
Resumen
La cifra que dispendió el general Jorge Rafael Videla para el Mundial de Argentina de 1978; algunas fuentes lo cifran en un 10% del presupuesto nacional.
La junta militar había llegado al poder el 24 de marzo de 1976 a través del denominado Proceso de Reorganización Nacional, un golpe de Estado dirigido por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Jorge Rafael Videla, el almirante Eduardo Emilio Massera y el comandante general de la Fuerza Aérea, Orlando Ramón Agosti, por el que se eliminó del mando a María Estela Martínez −viuda de Juan Domingo Perón−, en el poder desde el 1 de julio de 1974.
Una vez que la junta, presidida por Videla, se hizo con el mando del país, dispuso un Gobierno nacional formado por la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea. Inmediatamente se eliminó cualquier forma de participación popular y se dispuso, entre otras medidas, la disolución del Congreso, el cese de la actividad de los partidos políticos, la destitución de la Corte Suprema de Justicia, la intervención de los sindicatos, la suspensión de los derechos de los trabajadores, la censura los medios de comunicación y la prohibición de huelga.
En este contexto los militares entendieron que el Mundial de 1978 −«la fiesta de todos», como lo denominaron− era un buen aliado como maniobra de distracción de lo que estaba ocurriendo en el interior del país y un medio para lavar su imagen en el extranjero. El Mundial se convirtió en una cuestión de Estado. Para ello poco después del golpe militar se puso en funcionamiento la Operación Copa del Mundo. Se creó un organismo oficial, el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), con el objetivo de diseñar la agenda del campeonato y manejar las finanzas. A su frente estaba el general Omar Actis secundado por el capitán Carlos Alberto Lacoste. Las diferencias entre ambos, el primero más partidario de la austeridad y el segundo del dispendio, se saldó con el asesinato de Actis, que fue relevado en el puesto por el general Antonio Merlo. La inversión total en el evento fue de 520 millones de dólares. Con ese presupuesto se podían haber organizado cuatro mundiales como el de 1982 en España. Los elevados gastos trajeron de cabeza al ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, que avisó de los excesos a Videla. La respuesta de éste fue expedita: «Aunque costara cien millones de dólares más, aún sería beneficioso para la Argentina».
El lateral derecho de Huracán, Jorge Carrascosa, una de las figuras destacadas en los partidos preparatorios del mundial, se retiró de la selección antes del comienzo del campeonato consciente de su politización: «De ninguna manera voy a ser instrumento de esta dictadura militar». El seleccionar argentino, César Luis Menotti, el Flaco, antes de la celebración del evento, afirmaba: «Si Argentina aparte de organizar los campeonatos consigue una buena clasificación, muchos de los problemas del pueblo argentino quedarán resueltos».
Lo primero que hizo la cúpula militar fue contratar los servicios de la consultora nortea-mericana Burson-Marsteller & Asociados −especializada en mejorar la imagen de naciones y gobiernos− con el fin de promocionar el país y contrarrestar la «campaña antiargentina orquestada desde el exterior», como la apellidaron los propios militares.
Argentina ganó y la victoria de la selección albiceste fue vivida como «la primera satisfacción colectiva después de cincuenta años de desilusiones políticas y decadencias»43.
Inmediatamente 25 millones de argentinos invadieron las calles del país. Muchos ciudadanos, que desde el golpe de Estado habían permanecido ocultos, salieron para festejarlo.
Los medios de comunicación, cómplices del estado, servían de portavoces oficiales del régimen. La revista El Gráfico fue una de los más activas: «Para los de afuera, para todo ese periodismo insidioso y malintencionado que durante meses montó una campaña de mentiras acerca de la Argentina, este certamen le está revelando al mundo la realidad de nuestro país y su capacidad de hacer con responsabilidad y bien cosas importantes»44.
El videlismo se había salido con la suya. El fútbol se convertía de este modo en la cara visible del país para el resto del mundo, como había ocurrido en otras épocas de la historia. El filósofo Juan José Sebreli en su obra La era del fútbol (1998) asegura: «[El Mundial de 1978] pasó a la historia, junto con los Juegos Olímpicos de Hitler y el mundial de Mussolini, como una de las mayores manipulaciones políticas que se hayan hecho en la historia».
Una vez finalizado el evento, prensa, radio y televisión nacionales e internacionales se hacían eco de lo que suponía la victoria mundialista para el régimen político: «El triunfo final de la selección argentina en el mundial de fútbol ha supuesto que la junta militar que dirige el general Videla haya cubierto con creces los objetivos que se propuso al emprender la organización del campeonato. Durante veinticinco días los problemas del país argentino han pasado a un segundo plano y el título mundial conseguido por su selección los mantendrá ocultos por más tiempo aún».
Al año siguiente del éxito del Mundial, en 1979, Argentina, encabezada por un joven Diego Armando Maradona de 18 años, que había sido excluido a última hora de la lista de convocados para el Mundial de Argentina, se proclamó campeona del mundo sub-20 en Tokio (donde nos ganaron en semis).
El torneo coincidió con una visita a la capital bonaerense de una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la misión de recabar datos en materia de derechos humanos en el país.
La final del campeonato se jugó el 7 de septiembre y Argentina tuvo como contrincante a la Unión Soviética. El partido se resolvió por 3 goles a 1 para los sudamericanos y Maradona resultó ser la revelación del campeonato. El partido concluyó, según se había dispuesto, una hora antes de que se diera autorización a los representantes OEA a abrir sus oficinas a pocos metros de la Plaza de Mayo, donde se levanta la casa de Gobierno.
Cuando la OEA se disponía a escuchar las declaraciones de los parientes de los desaparecidos, en la televisión estatal brilló, al estilo del mundial de 1978 el titular «¡Argentina Campeones!».
En los medios de comunicación hábilmente manejados desde arriba se invitaba a los argentinos a tomar las calles y demostrar «a esos hombres de la Comisión de Derechos Humanos qué es la Argentina real» y celebrar «esta magnífica victoria para la nación»


2016-09-04 17:01:43
Montevideo Cricket Club (MVCC)

¿Que tiene que ver con la historia del fútbol en Uruguay?

Lo primero es el mas antiguo de los clubes deportivos existentes en el Uruguay. Fundado el 18 de julio de 1861. Su antecedente había sido el Victoria Cricket Club fundado en plena Guerra Grande (año 1848) pero que desapareció poco después.

Pero respecto al fútbol, hay mas de un hecho interesante y récord. Fue, sin lugar a dudas, el club que introdujo la práctica de fútbol en el Uruguay. En el año 1878, se juega el primer partido de fútbol del que se tenga conocimiento en el territorio nacional entre el MVCC y un equipo formado por tripulantes de un barco inglés. El partido habría tenido lugar en el campo de juego del MVCC, el English Ground (Campo inglés). Ese campo de juego se ubicaba en donde hoy se encuentra el Hospital Militar y por lo tanto sería el primer campo de juego utilizado para fútbol en el Uruguay.



En 1881, se juega el primer partido de fútbol entre clubes diferentes del Uruguay contra el Montevideo Rowing Club.

Y el 15 de agosto de 1889, se produce el primer encuentro internacional de fútbol de Uruguay entre el 'Montevideo Team' formado por el MVCC y el MRC y el 'Buenos Aires Team' representando clubes de aquella ciudad. El partido se jugó en Montevideo.

Hacia 1891, con la fundación del Albion y el CURCC, participó en los primeros encuentros de esos equipos que en 1900 fundarían la AUF. Pero el MVCC nunca abandonaría el amateurismo y por eso no participó en la historia posterior del fútbol semi-profesional y profesional. Pero es un club que todavía existe y actualmente tiene sede en Solymar.

No solo por su aporte al fútbol sino a otros deportes, el Montevideo Cricket Club es el decano absoluto de los clubes deportivos del Uruguay e incluso a nivel mundial es uno de los mas antiguos. Por ejemplo es considerado el octavo club mas antiguo de rugby en el mundo. Una gloria de la historia del fútbol de nuestro país.
(edited)
2016-09-04 21:14:22
Mira que uno se va enterando de historias que no imaginaba, muy interesantes por cierto.
Lindo tópico.
2016-09-04 22:08:38
¡Brillante, Daniel!

Como siempre, haciendo grandes aportes a la comunidad.
2016-09-05 13:21:58
La prensa de la epoca comenta que el del Montevideo Rowing Club no era un futbol "atildado"... mas bien se la pasaban remandola todo el paritdo. :P
2016-09-05 17:50:18
A veces tenían ventaja. Un día de lluvia, en ese campo de juego, era mejor jugar con canoa.