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gracias Don Juan Joya Cordero por tantas alegrías!
Falleció ex futbolista Juan Joya Cordero a los 73 años
"Negro el 11", murió por aparentes causas naturales. Fue figura con la selección y el Peñarol de Uruguay
Juan Joya tenía un pique y una velocidad imparables, llegaba al área como un avión y enviaba centros espectaculares. Hoy jueves, a los 73 años de edad, partió por causas naturales al lado de su compañero de toda la vida.
El ecuatoriano Alberto Spencer, falleció el año pasado apenas. Su emblemático compañero en aquel Peñarol que ganó todo: dos ligas uruguayas, dos Libertadores, una Supercopa Sudamericana y dos Intercontinentales, se le adelantó como tantas veces en la cancha cuando sólo esperaba un centro de 'negro el once'. Así se le conocía al gran Juan Joya Cordero, 'wing' izquierdo e hincha a ultranza de Alianza Lima. El peruano era el dueño del extremo zurdo, y Spencer el hombre gol de aquella máquina aurinegra dirigida por Roberto Scarone.
Falleció ex futbolista Juan Joya Cordero a los 73 años
"Negro el 11", murió por aparentes causas naturales. Fue figura con la selección y el Peñarol de Uruguay
Juan Joya tenía un pique y una velocidad imparables, llegaba al área como un avión y enviaba centros espectaculares. Hoy jueves, a los 73 años de edad, partió por causas naturales al lado de su compañero de toda la vida.
El ecuatoriano Alberto Spencer, falleció el año pasado apenas. Su emblemático compañero en aquel Peñarol que ganó todo: dos ligas uruguayas, dos Libertadores, una Supercopa Sudamericana y dos Intercontinentales, se le adelantó como tantas veces en la cancha cuando sólo esperaba un centro de 'negro el once'. Así se le conocía al gran Juan Joya Cordero, 'wing' izquierdo e hincha a ultranza de Alianza Lima. El peruano era el dueño del extremo zurdo, y Spencer el hombre gol de aquella máquina aurinegra dirigida por Roberto Scarone.
Juan Joya, el dueño de la Olímpica
jueves, 29 de marzo , 2007 - 08:30:05
Por: Eduardo Gutierrez Cortinas.
(RPP) Curiosamente, siendo realidad o leyenda, cuando el peruano Juan Joya Cordero, con el número 11 de su camiseta aurinegra en la espalda, jugaba por la banda de la Tribuna Olímpica atacando obviamente hacia la Ámsterdam, levantaba su producción a un nivel impensado y se constituía con sus zancadas largas en un azote imparable.
Juan Joya pasó así a la rica historia peñarolense como "dueño de la Olímpica". Amo absoluto de su andarivel zurdo, no pudo evitar empero asociar su evocación junto al ecuatoriano Alberto Pedro Spencer, número 10, formando el ala negra de delanteros importados más trascendentes de la primera época de reconocimiento mundial de Peñarol, de la mano de sus éxitos más renombrados hasta entonces. Desde luego que era un "ala" teórica, referida incluso a una formación perimida e incompatible con la actualizada táctica del glorioso Peñarol de los años 60.
Pero Spencer y Joya quedaron unidos para siempre en el recuerdo de esa década, juntos en la disciplina y por el trabajo de grupo, la base de la fuerza espiritual de la actitud ganadora del grupo.
Juan Joya Cordero nació en el barrio limeño de San Sebastián, el 25 de febrero de 1934, incorporándose a la gran familia de Peñarol cuando ya era un jugador hecho y derecho, con 27 años de edad, formado en el Alianza de Lima, con el que fue campeón peruano desde 1952, en cuatro temporadas, internacional albirrojo entre 1953 y 1959, pasando a ser jugador de River Plate argentino desde ese mismo año.
Esbelto, fuerte, grande, increíblemente veloz y formidable rematador en carrera, sabía definir de cabeza con entradas incontenibles.
Lo de su crecimiento futbolístico frente a la Olímpica era lógico. Jugando por la América le llegaban directamente las órdenes e indicaciones del técnico Máspoli, que allí estaba parado lo tomaba frecuentemente de correo para los desplazamientos de los demás compañeros.
Se sumó al Peñarol primer dominador de la Copa Libertadores de América y en 1961 bicampeón continental de clubes y primer campeón mundial, al ganar la Europea Sudamericana frente al Benfica de Portugal.
Sumó seis títulos de campeón uruguayo, otro de América e Intercontinental en 1966, ganó la Supercopa de 1969 y llegó a vestir amistosamente la celeste dos veces, en 1962 y 1965.
Hasta 1970 en Peñarol, en 1971 pasó a Sud América e hizo el curso de entrenador, iniciando sus actividades técnicas en Sportivo Cerrito en 1973. Vuelto a Perú, en 1987 dirigía el San Vicente, club regional minero.
El relator Heber Pinto, autor de innumerables términos que enriquecieron el léxico popular futbolero, lo bautizó como "Negro el 11", terminando de unirlo con sus "megatónicos" remates en la pareja negra, en términos lúdicos, con el 10 de Spencer.
Una vez preguntamos a Joya por su gol más bonito. No le costó mucho decirnos que fue en 1964, en Madrid ante el Atlético de la capital española, cuando recogió de primera una pelota como a cuarenta metros del arco y la clavó en un ángulo. Confesó haberse asustado hasta él mismo, con su modestia insoslayable, de lo ajustado que le salió el tremendo remate.
Debutó contra Nacional el 30 de abril de 1961 y Peñarol ganó 2 a 1 con dos goles del Pepe Sacía. Su resumen estadístico personal es por demás expresivo.
Por la Copa Uruguaya jugó 17 veces, debutando en setiembre de 1961. Ya en el segundo partido, cuando Peñarol perdía 2 a 0 en el primer tiempo y dio vuelta el resultado en el complemento ganando 3 a 2, se hizo carne con el grupo y la identidad aurinegra. Fue así que de su cúmulo de encuentros importantes perdió solamente un partido por la Copa Uruguaya y fue en 1969, ya con 35 años de edad, en su última temporada en Peñarol y cuando lo dirigía técnicamente el brasileño Oswaldo Brandao y se habían perdido en el tiempo las órdenes de Roque.
entrevista a Juan Joya publicada en ManyaPage en el 2004:
Juan Joya
"Sí, por eso te digo que mucho se acuerda la gente del equipo ese de la época mía porque dio grandes satisfacciones, más que nada para el Club Atlético Peñarol y para su hinchada, y en general al fútbol uruguayo. Con ese equipo conseguimos tantos campeonatos como Copas Libertadores que eran muy importantes, y más importante todavía era la Copa Intercontinental que la ganamos en dos oportunidades."
"Yo quisiera renacer nuevamente y volver a jugar por Peñarol"
Entrevista a Juan Joya Cordero, Lima, 10 de Febrero de 2003
Preguntas: Eldo Lappe. Trascripción: Daniel Balceda
DB: Ese Peñarol de su época trae recuerdos entrañables para la hinchada aurinegra, ¿para usted también?
JJ: Sí, por eso te digo que mucho se acuerda la gente del equipo ese de la época mía porque dio grandes satisfacciones, más que nada para el Club Atlético Peñarol y para su hinchada, y en general al fútbol uruguayo. Con ese equipo conseguimos tantos campeonatos como Copas Libertadores que eran muy importantes, y más importante todavía era la Copa Intercontinental que la ganamos en dos oportunidades. La primera Intercontinental fue contra el Benfica de Portugal, que le ganamos en un tercer partido en Montevideo, 2 a 1, con goles de Sacía. Y volvimos a salir campeones en el año 1966 también, campeón uruguayo, tuvimos la Copa Libertadores, donde antes participaban los campeones nada más, y tuvimos la suerte de jugar contra River Plate de Argentina, jugamos tres partidos, uno en Montevideo, que ganamos 2 a 0, después en Buenos Aires perdimos, y el tercer partido se jugó en Santiago de Chile, que íbamos perdiendo 2 a 0, en el segundo tiempo quedamos 2 a 2, y tuvimos que jugar media hora de tiempo suplementario, y les hicimos dos goles más y salimos campeones de América, 4 a 2. Al salir campeones de América después jugamos con el Real Madrid en Montevideo, les ganamos 2 a 0, y en el Santiago Bernabéu también 2 a 0, pero ya los españoles tenían comprados los pasajes porque ellos pensaban de que se iba a jugar un tercer partido en Suiza, así que se quedaron con los crespos hechos, y nosotros en ese partido en el Santiago Bernabéu lo definimos ahí, y salimos campeones mundiales Interclubes. Al regreso todo Montevideo, todo Uruguay estaba esperándonos en el aeropuerto, estaba llenito el Estadio Centenario, siempre me acuerdo de eso. Y así es como le dimos glorias al Club Atlético Peñarol y al fútbol uruguayo, y para mi ha sido una gran satisfacción, siendo peruano, haber salido Campeón Mundial Interclubes, tanto para Spencer también; muchos todavía se acuerdan de ese equipo, Joya y Spencer, nos decían los compadres, pero no somos compadres. Yo al menos jugaba sicológicamente con el contrario, para ver mas o menos como era fulano, y para qué, te digo que hicimos una buena dupla Spencer y Joya, mismo Sacía, Lito Silva, Abbadie, Rocha, Gonçalves, Matosas, Ledesma, Luis Varela, Pablo Forlán, Omar Caetano, y Mazurkiewicz, un equipazo bárbaro. Siempre me acuerdo que Washington Cataldi quería conformar un equipo parecido al Real Madrid, y yo creo que lo consiguió con el Club Atlético Peñarol, la prueba está que le ganamos al Real Madrid, lástima que Don Washington Cataldi falleció. Y grandes dirigentes, buena comprensión, buenos técnicos también tuvimos, como Roque Gastón Máspoli, Roberto Scarone, Bela Guttman, que antes entrenaba al Benfica de Portugal, Peregrino Anselmo también, el teniente Lémez como preparador físico, Alberto Langlade una eminencia en la preparación física, hemos tenido buenos técnicos y hemos viajado bastante, con Peñarol he ido como 27 veces a Europa a jugar, hemos ido por el África también, todos los años salíamos, era un equipo que no podía estar parado mucho tiempo.
DB: ¿Cuándo y de dónde vino a Peñarol?
JJ: Estando en Lima, jugando por River Plate de Argentina, vine de vacaciones, y Peñarol estaba haciendo una gira por acá, y un empresario chileno, Manuel Ratinov, hacía la empresa, y me habló para ver si podía jugar un partido por el Club Peñarol, y yo le dije que yo no tenía el permiso de River, y que de repente me podían castigar por eso, así que él consiguió el permiso, un telegrama le mandaron dando el consentimiento de que podía jugar por el Club Peñarol, así que jugué un partido contra el Deportivo Municipal acá en Lima, perdimos 2 a 1, estaba de técnico Scarone. Así que después volví a Buenos Aires, y se acercó Roberto Scarone con varios dirigentes de Uruguay, el señor Washington Cataldi, el presidente Gastón Güelfi y el señor Murcio. El presidente de River, Antonio Liberti, mandó un telegrama a mi casa para que yo les dijera que no quería ir al Club Peñarol, pero yo acepté ir a Peñarol, arreglamos el contrato, y me fui el 17 de febrero de 1961 para Montevideo con mi señora y mi hija. Acepté ir a Peñarol porque yo lo había tenido a Roberto Scarone de técnico en Alianza Lima, durante dos años, cuando él se fue a entrenar en el año 1960 al Club Peñarol, yo le dije a Don Roberto: "Don Roberto a ver si me lleva", y me dijo él: "Vamos a ver", y justo se presentó esa oportunidad después estando en River Plate de Argentina, y me llevó para Montevideo, y le digo: "¿De centro delantero?", porque mi puesto era de centro delantero y no de puntero izquierdo; aquí en Alianza había jugado un año de puntero izquierdo porque se enfermó Oscar Gómez Sánchez, pero me gustaba jugar al centro por lo que más se convertían los goles; así que Roberto Scarone me dijo que me acomodara en la punta izquierda, y yo tenía el temor que en la punta izquierda de repente estaba al lado de la raya y que en cualquier momento me iba al lado, así que más hacía el dribbling para mi pie derecho, para el centro, pero después con el tiempo me fui acostumbrando, hasta que ya le agarré la mano a la punta izquierda, y terminé como puntero izquierdo.
DB: ¿Cómo era el club en aquella época?
JJ: Muy buen ambiente futbolístico. A veces jugábamos nosotros sin contrato, porque sabíamos que el club nos iba a renovar tarde o temprano. Siempre jugábamos dos o tres partidos por semana, más concentración. Teníamos una empleada, que es comadre mía actualmente en Montevideo, Mabel Nogueira, ella llevaba al corriente a todos los jugadores de los contratos, los premios y todas esas cosas, y una vez le dije a ella que yo quería comprarme una casa, y ella me dijo que había que hablarle a los directivos de Peñarol, así que les mandamos una carta, y yo ni llevaba la cuenta de lo que me debía el Club Peñarol por la confianza que había, y al final de cuentas en la reunión de directivos, el señor Gastón Güelfi comunicó a los demás directivos que yo quería comprarme una casa, y la plata me la dieron en una caja de zapatos, puro billetes de pesos, porque antes en dólares no se pagaban, y al final de cuentas compré la casa allá en Montevideo, así es como le agarré más cariño todavía al Club Peñarol, por lo que hemos conseguido tantos triunfos y campeonatos uruguayos. Tuve la satisfacción también de jugar por la selección uruguaya, porque la ilusión de los uruguayos era que yo jugara por la selección, jugué dos partidos amistosos, pero de verdad no podía por lo que yo era peruano y ya había vestido la camiseta de Perú acá. Pero ya te digo, yo me hice querer en el Uruguay, como también los quiero a los uruguayos, para mi es como si fuera mi segundo país.
DB: ¿Quiénes eran sus amigos en el plantel?
JJ: Todos éramos buenos amigos, nunca hubo problemas mayores, claro discusiones de repente, eso no falta, pero siempre fuimos todos muy buenos amigos, buenos compañeros tanto dentro como fuera del campo.
DB: Cuéntenos algunas anécdotas.
JJ: En un partido de fútbol, Peñarol-Nacional, jugaban Ruben Cabrera, Moacyr Pinto, Carlos Conde, Alberto Spencer y Juan Joya, y éramos los cinco morenos, y le hicimos un gol a Roberto Sosa, y a Troche, que era back central del Nacional, Sosa le dice: "Troche, marcá al negro", y Troche voltea y le dice "¿A qué negro voy a marcar, si todos son negros?". Yo le escuché lo que le había respondido Troche a Sosa, y siempre la tengo como anécdota, porque nosotros nos desmarcábamos por distintos lados del campo. Después tengo otra anécdota, concentrado en Los Aromos estaba dando charla técnica Roque Máspoli, y nosotros lo apurábamos para ir a ver jugar a la reserva, porque antes jugaba la reserva primero con Nacional, y nos daba a cada uno el sistema táctico que teníamos que emplear, y al final como los muchachos mismo lo apuraban, faltaban Spencer y yo para que nos diga que es lo que íbamos a hacer dentro del campo, y yo le digo a Spencer: "Y Alberto, ¿y nosotros que hacemos?", "No sé" me dice Alberto, y le pregunto a Roque: "Roque, ¿y nosotros que hacemos?", "¡Ustedes larguen la martinica mi viejo!", y yo le digo: "Bueno vamos a tener que correr no más Alberto", pero ya era característica nuestra, y salíamos a ganar los partidos. También hay otra con Roberto Scarone, los dirigentes llegaban a Los Aromos antes de los partidos después de almuerzo, y luego venía la charla técnica de Scarone, y los dirigentes nos seguían para ir a las habitaciones para escuchar la charla técnica, y cuando se da cuenta Roberto Scarone que los directivos nos seguían también nos dijo: "Los directivos nos están siguiendo para escuchar a ver que es lo que yo les voy a decir, mejor no hablamos acá, al final vamos a hablar allá al vestuario", así que nos regresábamos nosotros y nos chocábamos con los dirigentes, y nos decían: "¿Cómo, no van a hablar?", "No, dice que en el estadio", llegamos al estadio y los dirigentes todavía ahí en el estadio para escuchar la charla, así que al final de cuentas no se habló nada ahí, pero ya cuando salíamos al túnel ya no iban los dirigentes, entonces Scarone dice: "Ustedes muchachos, ¿ustedes saben con quien van a jugar?", y le respondimos "Sí, sí, sí", "Bueno, ¡vamos y le sacamos la …!", e hicimos cuatros goles, cuatro o tres goles le hacíamos a los equipos, pero yo creo que no necesitábamos técnico en ese momento porque todos eran de experiencia. Que te digo grandes satisfacciones, yo quisiera renacer nuevamente y volver a jugar por Peñarol. Hoy en día han cambiado las caras, a veces cuando vienen así delegaciones uruguayas, equipos uruguayos, vienen mismo del Nacional, el año pasado han venido algunos equipos uruguayos, Peñarol ha venido también, estuvieron a punto de hacerme un homenaje, un partido a beneficio mío con el Club Peñarol y Alianza Lima, porque yo soy de Alianza, y no se ponían de acuerdo porque cuando tenía libre Peñarol, no podía Alianza, y cuando tenía libre Alianza, no podía Peñarol. Y ahí quedo así en stand by todavía, pero no sé como será, siempre y cuando lo quieran reabrir nuevamente.
DB: ¿Es cierto que jugaba mejor por la Olímpica porque ahí no se oían los gritos de Don Roque Máspoli diciéndole lo que tenía que hacer?
JJ: Sí, en el primer tiempo por ejemplo me tocaba por el lado de la América, y a Roque lo tenía al lado, y me decía: "Dile a fulano de tal, tal indicación", y yo no le entendía lo que hablaba, porque no se le entiende a Roque Máspoli cuando habla, y no me dejaba jugar tranquilo, ya en el segundo tiempo me tocaba el lado de la Olímpica, y decía "Ya bueno, ya no lo tengo", entonces ahí sí ya me destapaba, eso era, porque yo decía: "Este tiene una papa caliente en la boca, no le entiendo lo que habla, lo que me daba la indicación de dile a fulano de tal", y cómo no le entendía, yo agarraba y decía: "Rocha, dice Roque que hagas un gol", y Rocha hacía el gol.
DB: Regálenos sus mejores recuerdos de su paso por Peñarol.
JJ: Primero, haber salido campeón uruguayo, campeón de América e Intercontinental a la vez, en el año 1961, mi primer año en Peñarol. Segundo, que haya tenido mi hijo uruguayo, que está ahora en la Fuerza Aérea, él es piloto, capitán de la Fuerza Aérea, y en estos momentos se encuentra en el desierto, porque ha ido por las Naciones Unidas un año, hincha de Peñarol. Más bien tengo una hija que es hincha del Nacional, la que es argentina, yo cuando estuve en River tuve una hija argentina ahí. Y mi hija la mayor que trabaja en la embajada uruguaya gracias al presidente Sanguinetti, que antes era dirigente del Club Peñarol y después ha salido presidente de Uruguay, y por intermedio de él pues mi hija está trabajando en la embajada, ya tiene como 20 años ahí trabajando. Y así te digo que extraño a veces Uruguay porque he estado en total casi 26 años, 6 años he estado en Alianza Lima, 3 años en selecciones peruanas; me fui a Argentina a raíz que le ganamos a los ingleses 4 a 1 acá en Lima, y después ya me fui al Club Peñarol donde coseché campeonatos e hice buenos amigos, era como un uruguayo más, tengo carta de ciudadano uruguayo. A veces me comunico con mi hijo que está allá en Uruguay, o de lo contrario me invita la compañía Tenfield, que me llevó a Montevideo a mí, mi hija y mi nieta. Yo tengo dos nietos allá en Uruguay, Marcelo y Lucía, mi hijo es casado allá, el año pasado estuve como dos meses por ahí con ellos, vi a todos mis ex-compañeros, no a todos, pero a la mayoría los vi, estuvimos de asado, recordando aquellos tiempos, con Roque Máspoli también, con Schiaffino también estuve, pero lamentablemente ha fallecido, a quién no lo he visto fue a Edgardo González, me dicen que está en Colonia, después los he visto a la mayoría de jugadores que están allá que éramos compañeros, a quién no lo vi más fue al paraguayo Lezcano. Con Spencer también a veces nos juntamos cuando he ido por allá, nos hemos llamado por teléfono, hacemos un asado y reunimos a los compañeros.
DB: ¿Y algún mal recuerdo?
JJ: ¿Qué recuerdo malo podría tener yo allá?, puede ser haberme lesionado los gemelos, me lesioné allá en Santiago de Chile, creo que fue en el año 1967. Fuimos a una gira por allá, y me dolía el gemelo, estaban el Santos, el Vasas de Hungría, las dos Universidades de Chile, el Fluminense, un equipo de Australia, y un equipo paraguayo. En el partido contra la Universidad Católica, justo salgo a jugar y me empieza a doler el gemelo, y yo decía mi tendón, así que le digo a Máspoli que me cambie cuando el primer tiempo terminó, pero no me quiso cambiar, y en el segundo tiempo salimos a jugar, y ya de tantos años jugando juntos, me le acerco al contrario con la pelota para tocarle a mi compañero para que la ponga en pared, y lo hizo, y ya me iba a enfrentar al arquero que me estaba saliendo a achicar, así que yo sentí como si me hubieran metido un cuchillo en la pierna, y era que había reventado, y yo decía: "¡Uy! mi tendón!", así que me llevaron al vestuario. Llegó Pelé y me dice: "¿Que pasó?", le digo yo: "Me he roto mi tendón", así que él mismo me revisó, me dice que no era el tendón, que el tendón estaba bien, sino que era desgarramiento de gemelo, eso fue lo que me dijo él. Me llevaron de vuelta a Montevideo para tratamiento de un año, y el presidente de Peñarol le dice al doctor Benavides, si me podían llevar a Buenos Aires donde un famoso doctor, un tal Barbieri creo que era, y le explica la lesión que tenía yo, y el doctor le dice que era desgarramiento de gemelo, lo que me había dicho Pelé, así que me hicieron un corte, me hicieron el raspaje, me operaron, y a los cuatro meses y medio entre operación y recuperación quedé nuevito, y hasta la actualidad no me molesta, y a veces me revuelvo en jugar algún partidito y no pasa nada. De vez en cuando me meto mi partidito, así es cuando a uno le gusta, por dentro lleva el deporte.
DB: ¿Quién fue su mejor marcador?
JJ: Fue Luis Ubiña del Club Nacional, buen marcador, fuerte, yo también fuerte, jugábamos fuerte, siempre leal a la pelota, y nos hicimos grandes amigos. A veces cuando él me ganaba o yo le ganaba, pero más las veces le he ganado yo a él. Como por ejemplo, yo me escapaba y él me seguía por detrás para alcanzarme, y me metía mi trancada y caía, cuando estaba caído en el suelo se acercaba y me decía: "¿Te hice daño Juan?", "No, no, no, vamos arriba no más" le respondía, y después cuando se me escapaba él y yo lo trancaba, también le decía: "¿Te hice daño Ubiña?", "No, no, no Juan, vamos arriba", así que nunca nos lesionamos, hemos jugamos fuerte, leal a la pelota, pero nunca nos lesionamos, buenos amigos hemos sido también aparte de eso.
DB: ¿Quién fue el que más le pegó?
JJ: Quién más me ha pegado a mi ha sido un argentino de Independiente, un tal Navarro, ese es él que me ha pegado más. Y después Griffa de Racing Club, creo que actualmente está entrenando a juveniles en Argentina, de Navarro no sé la vida de él. Después había un uruguayo que jugaba en Colón, Brum, un marcador que me daba patadas que daba miedo, todo el medio tiempo me metía patada y patada, y en el segundo tiempo yo le meto una patada y me expulsan. Tres veces no más me han expulsado, me expulsaron esa vez en Montevideo con Colón, después una en Buenos Aires jugando en River, y una con Peñarol en Santiago de Chile, contra la Universidad Católica, donde jugaba Tito Fouillioux de puntero derecho, a él le metí un cabezazo, y me expulsaron, me tiró la pelota en la cara, a mi me tocaba sacar el out, que había rebotado en él, y él traía la pelota, y se la pido y me la tira en la cara, así que la vuelve a agarrar, y le digo: "Oye, si me toca tirar", y ahí le metí su cabezazo, y me expulsaron, le rompí el labio, le saqué un diente, yo me abrí un poquito acá en la frente, y se armó la bronca ahí, pero ya me expulsaron. Esas fueron las tres únicas veces que me han expulsado.
DB: Un recuerdo especial para algún rival, sobre todo de Nacional.
JJ: Un tal Ramos de Nacional, un marcador que a veces me marcaba a mí, que una vez lo dejé arrodillado, como rezando, y después salió una nota en el diario, decía que estaba rezando, decía: "¿Cuántos corderitos?, ¿cuántos corderitos?", como yo era Juan Joya Cordero, estaba contando los corderitos, rezando. Con Manicera también hemos tenido buenos duelos, Troche, Escalada, Domingo Pérez, Celio Tabeira, Cascarilla Morales también buen puntero izquierdo, Vergara y Cococho Álvarez.
Juan Joya
"Sí, por eso te digo que mucho se acuerda la gente del equipo ese de la época mía porque dio grandes satisfacciones, más que nada para el Club Atlético Peñarol y para su hinchada, y en general al fútbol uruguayo. Con ese equipo conseguimos tantos campeonatos como Copas Libertadores que eran muy importantes, y más importante todavía era la Copa Intercontinental que la ganamos en dos oportunidades."
"Yo quisiera renacer nuevamente y volver a jugar por Peñarol"
Entrevista a Juan Joya Cordero, Lima, 10 de Febrero de 2003
Preguntas: Eldo Lappe. Trascripción: Daniel Balceda
DB: Ese Peñarol de su época trae recuerdos entrañables para la hinchada aurinegra, ¿para usted también?
JJ: Sí, por eso te digo que mucho se acuerda la gente del equipo ese de la época mía porque dio grandes satisfacciones, más que nada para el Club Atlético Peñarol y para su hinchada, y en general al fútbol uruguayo. Con ese equipo conseguimos tantos campeonatos como Copas Libertadores que eran muy importantes, y más importante todavía era la Copa Intercontinental que la ganamos en dos oportunidades. La primera Intercontinental fue contra el Benfica de Portugal, que le ganamos en un tercer partido en Montevideo, 2 a 1, con goles de Sacía. Y volvimos a salir campeones en el año 1966 también, campeón uruguayo, tuvimos la Copa Libertadores, donde antes participaban los campeones nada más, y tuvimos la suerte de jugar contra River Plate de Argentina, jugamos tres partidos, uno en Montevideo, que ganamos 2 a 0, después en Buenos Aires perdimos, y el tercer partido se jugó en Santiago de Chile, que íbamos perdiendo 2 a 0, en el segundo tiempo quedamos 2 a 2, y tuvimos que jugar media hora de tiempo suplementario, y les hicimos dos goles más y salimos campeones de América, 4 a 2. Al salir campeones de América después jugamos con el Real Madrid en Montevideo, les ganamos 2 a 0, y en el Santiago Bernabéu también 2 a 0, pero ya los españoles tenían comprados los pasajes porque ellos pensaban de que se iba a jugar un tercer partido en Suiza, así que se quedaron con los crespos hechos, y nosotros en ese partido en el Santiago Bernabéu lo definimos ahí, y salimos campeones mundiales Interclubes. Al regreso todo Montevideo, todo Uruguay estaba esperándonos en el aeropuerto, estaba llenito el Estadio Centenario, siempre me acuerdo de eso. Y así es como le dimos glorias al Club Atlético Peñarol y al fútbol uruguayo, y para mi ha sido una gran satisfacción, siendo peruano, haber salido Campeón Mundial Interclubes, tanto para Spencer también; muchos todavía se acuerdan de ese equipo, Joya y Spencer, nos decían los compadres, pero no somos compadres. Yo al menos jugaba sicológicamente con el contrario, para ver mas o menos como era fulano, y para qué, te digo que hicimos una buena dupla Spencer y Joya, mismo Sacía, Lito Silva, Abbadie, Rocha, Gonçalves, Matosas, Ledesma, Luis Varela, Pablo Forlán, Omar Caetano, y Mazurkiewicz, un equipazo bárbaro. Siempre me acuerdo que Washington Cataldi quería conformar un equipo parecido al Real Madrid, y yo creo que lo consiguió con el Club Atlético Peñarol, la prueba está que le ganamos al Real Madrid, lástima que Don Washington Cataldi falleció. Y grandes dirigentes, buena comprensión, buenos técnicos también tuvimos, como Roque Gastón Máspoli, Roberto Scarone, Bela Guttman, que antes entrenaba al Benfica de Portugal, Peregrino Anselmo también, el teniente Lémez como preparador físico, Alberto Langlade una eminencia en la preparación física, hemos tenido buenos técnicos y hemos viajado bastante, con Peñarol he ido como 27 veces a Europa a jugar, hemos ido por el África también, todos los años salíamos, era un equipo que no podía estar parado mucho tiempo.
DB: ¿Cuándo y de dónde vino a Peñarol?
JJ: Estando en Lima, jugando por River Plate de Argentina, vine de vacaciones, y Peñarol estaba haciendo una gira por acá, y un empresario chileno, Manuel Ratinov, hacía la empresa, y me habló para ver si podía jugar un partido por el Club Peñarol, y yo le dije que yo no tenía el permiso de River, y que de repente me podían castigar por eso, así que él consiguió el permiso, un telegrama le mandaron dando el consentimiento de que podía jugar por el Club Peñarol, así que jugué un partido contra el Deportivo Municipal acá en Lima, perdimos 2 a 1, estaba de técnico Scarone. Así que después volví a Buenos Aires, y se acercó Roberto Scarone con varios dirigentes de Uruguay, el señor Washington Cataldi, el presidente Gastón Güelfi y el señor Murcio. El presidente de River, Antonio Liberti, mandó un telegrama a mi casa para que yo les dijera que no quería ir al Club Peñarol, pero yo acepté ir a Peñarol, arreglamos el contrato, y me fui el 17 de febrero de 1961 para Montevideo con mi señora y mi hija. Acepté ir a Peñarol porque yo lo había tenido a Roberto Scarone de técnico en Alianza Lima, durante dos años, cuando él se fue a entrenar en el año 1960 al Club Peñarol, yo le dije a Don Roberto: "Don Roberto a ver si me lleva", y me dijo él: "Vamos a ver", y justo se presentó esa oportunidad después estando en River Plate de Argentina, y me llevó para Montevideo, y le digo: "¿De centro delantero?", porque mi puesto era de centro delantero y no de puntero izquierdo; aquí en Alianza había jugado un año de puntero izquierdo porque se enfermó Oscar Gómez Sánchez, pero me gustaba jugar al centro por lo que más se convertían los goles; así que Roberto Scarone me dijo que me acomodara en la punta izquierda, y yo tenía el temor que en la punta izquierda de repente estaba al lado de la raya y que en cualquier momento me iba al lado, así que más hacía el dribbling para mi pie derecho, para el centro, pero después con el tiempo me fui acostumbrando, hasta que ya le agarré la mano a la punta izquierda, y terminé como puntero izquierdo.
DB: ¿Cómo era el club en aquella época?
JJ: Muy buen ambiente futbolístico. A veces jugábamos nosotros sin contrato, porque sabíamos que el club nos iba a renovar tarde o temprano. Siempre jugábamos dos o tres partidos por semana, más concentración. Teníamos una empleada, que es comadre mía actualmente en Montevideo, Mabel Nogueira, ella llevaba al corriente a todos los jugadores de los contratos, los premios y todas esas cosas, y una vez le dije a ella que yo quería comprarme una casa, y ella me dijo que había que hablarle a los directivos de Peñarol, así que les mandamos una carta, y yo ni llevaba la cuenta de lo que me debía el Club Peñarol por la confianza que había, y al final de cuentas en la reunión de directivos, el señor Gastón Güelfi comunicó a los demás directivos que yo quería comprarme una casa, y la plata me la dieron en una caja de zapatos, puro billetes de pesos, porque antes en dólares no se pagaban, y al final de cuentas compré la casa allá en Montevideo, así es como le agarré más cariño todavía al Club Peñarol, por lo que hemos conseguido tantos triunfos y campeonatos uruguayos. Tuve la satisfacción también de jugar por la selección uruguaya, porque la ilusión de los uruguayos era que yo jugara por la selección, jugué dos partidos amistosos, pero de verdad no podía por lo que yo era peruano y ya había vestido la camiseta de Perú acá. Pero ya te digo, yo me hice querer en el Uruguay, como también los quiero a los uruguayos, para mi es como si fuera mi segundo país.
DB: ¿Quiénes eran sus amigos en el plantel?
JJ: Todos éramos buenos amigos, nunca hubo problemas mayores, claro discusiones de repente, eso no falta, pero siempre fuimos todos muy buenos amigos, buenos compañeros tanto dentro como fuera del campo.
DB: Cuéntenos algunas anécdotas.
JJ: En un partido de fútbol, Peñarol-Nacional, jugaban Ruben Cabrera, Moacyr Pinto, Carlos Conde, Alberto Spencer y Juan Joya, y éramos los cinco morenos, y le hicimos un gol a Roberto Sosa, y a Troche, que era back central del Nacional, Sosa le dice: "Troche, marcá al negro", y Troche voltea y le dice "¿A qué negro voy a marcar, si todos son negros?". Yo le escuché lo que le había respondido Troche a Sosa, y siempre la tengo como anécdota, porque nosotros nos desmarcábamos por distintos lados del campo. Después tengo otra anécdota, concentrado en Los Aromos estaba dando charla técnica Roque Máspoli, y nosotros lo apurábamos para ir a ver jugar a la reserva, porque antes jugaba la reserva primero con Nacional, y nos daba a cada uno el sistema táctico que teníamos que emplear, y al final como los muchachos mismo lo apuraban, faltaban Spencer y yo para que nos diga que es lo que íbamos a hacer dentro del campo, y yo le digo a Spencer: "Y Alberto, ¿y nosotros que hacemos?", "No sé" me dice Alberto, y le pregunto a Roque: "Roque, ¿y nosotros que hacemos?", "¡Ustedes larguen la martinica mi viejo!", y yo le digo: "Bueno vamos a tener que correr no más Alberto", pero ya era característica nuestra, y salíamos a ganar los partidos. También hay otra con Roberto Scarone, los dirigentes llegaban a Los Aromos antes de los partidos después de almuerzo, y luego venía la charla técnica de Scarone, y los dirigentes nos seguían para ir a las habitaciones para escuchar la charla técnica, y cuando se da cuenta Roberto Scarone que los directivos nos seguían también nos dijo: "Los directivos nos están siguiendo para escuchar a ver que es lo que yo les voy a decir, mejor no hablamos acá, al final vamos a hablar allá al vestuario", así que nos regresábamos nosotros y nos chocábamos con los dirigentes, y nos decían: "¿Cómo, no van a hablar?", "No, dice que en el estadio", llegamos al estadio y los dirigentes todavía ahí en el estadio para escuchar la charla, así que al final de cuentas no se habló nada ahí, pero ya cuando salíamos al túnel ya no iban los dirigentes, entonces Scarone dice: "Ustedes muchachos, ¿ustedes saben con quien van a jugar?", y le respondimos "Sí, sí, sí", "Bueno, ¡vamos y le sacamos la …!", e hicimos cuatros goles, cuatro o tres goles le hacíamos a los equipos, pero yo creo que no necesitábamos técnico en ese momento porque todos eran de experiencia. Que te digo grandes satisfacciones, yo quisiera renacer nuevamente y volver a jugar por Peñarol. Hoy en día han cambiado las caras, a veces cuando vienen así delegaciones uruguayas, equipos uruguayos, vienen mismo del Nacional, el año pasado han venido algunos equipos uruguayos, Peñarol ha venido también, estuvieron a punto de hacerme un homenaje, un partido a beneficio mío con el Club Peñarol y Alianza Lima, porque yo soy de Alianza, y no se ponían de acuerdo porque cuando tenía libre Peñarol, no podía Alianza, y cuando tenía libre Alianza, no podía Peñarol. Y ahí quedo así en stand by todavía, pero no sé como será, siempre y cuando lo quieran reabrir nuevamente.
DB: ¿Es cierto que jugaba mejor por la Olímpica porque ahí no se oían los gritos de Don Roque Máspoli diciéndole lo que tenía que hacer?
JJ: Sí, en el primer tiempo por ejemplo me tocaba por el lado de la América, y a Roque lo tenía al lado, y me decía: "Dile a fulano de tal, tal indicación", y yo no le entendía lo que hablaba, porque no se le entiende a Roque Máspoli cuando habla, y no me dejaba jugar tranquilo, ya en el segundo tiempo me tocaba el lado de la Olímpica, y decía "Ya bueno, ya no lo tengo", entonces ahí sí ya me destapaba, eso era, porque yo decía: "Este tiene una papa caliente en la boca, no le entiendo lo que habla, lo que me daba la indicación de dile a fulano de tal", y cómo no le entendía, yo agarraba y decía: "Rocha, dice Roque que hagas un gol", y Rocha hacía el gol.
DB: Regálenos sus mejores recuerdos de su paso por Peñarol.
JJ: Primero, haber salido campeón uruguayo, campeón de América e Intercontinental a la vez, en el año 1961, mi primer año en Peñarol. Segundo, que haya tenido mi hijo uruguayo, que está ahora en la Fuerza Aérea, él es piloto, capitán de la Fuerza Aérea, y en estos momentos se encuentra en el desierto, porque ha ido por las Naciones Unidas un año, hincha de Peñarol. Más bien tengo una hija que es hincha del Nacional, la que es argentina, yo cuando estuve en River tuve una hija argentina ahí. Y mi hija la mayor que trabaja en la embajada uruguaya gracias al presidente Sanguinetti, que antes era dirigente del Club Peñarol y después ha salido presidente de Uruguay, y por intermedio de él pues mi hija está trabajando en la embajada, ya tiene como 20 años ahí trabajando. Y así te digo que extraño a veces Uruguay porque he estado en total casi 26 años, 6 años he estado en Alianza Lima, 3 años en selecciones peruanas; me fui a Argentina a raíz que le ganamos a los ingleses 4 a 1 acá en Lima, y después ya me fui al Club Peñarol donde coseché campeonatos e hice buenos amigos, era como un uruguayo más, tengo carta de ciudadano uruguayo. A veces me comunico con mi hijo que está allá en Uruguay, o de lo contrario me invita la compañía Tenfield, que me llevó a Montevideo a mí, mi hija y mi nieta. Yo tengo dos nietos allá en Uruguay, Marcelo y Lucía, mi hijo es casado allá, el año pasado estuve como dos meses por ahí con ellos, vi a todos mis ex-compañeros, no a todos, pero a la mayoría los vi, estuvimos de asado, recordando aquellos tiempos, con Roque Máspoli también, con Schiaffino también estuve, pero lamentablemente ha fallecido, a quién no lo he visto fue a Edgardo González, me dicen que está en Colonia, después los he visto a la mayoría de jugadores que están allá que éramos compañeros, a quién no lo vi más fue al paraguayo Lezcano. Con Spencer también a veces nos juntamos cuando he ido por allá, nos hemos llamado por teléfono, hacemos un asado y reunimos a los compañeros.
DB: ¿Y algún mal recuerdo?
JJ: ¿Qué recuerdo malo podría tener yo allá?, puede ser haberme lesionado los gemelos, me lesioné allá en Santiago de Chile, creo que fue en el año 1967. Fuimos a una gira por allá, y me dolía el gemelo, estaban el Santos, el Vasas de Hungría, las dos Universidades de Chile, el Fluminense, un equipo de Australia, y un equipo paraguayo. En el partido contra la Universidad Católica, justo salgo a jugar y me empieza a doler el gemelo, y yo decía mi tendón, así que le digo a Máspoli que me cambie cuando el primer tiempo terminó, pero no me quiso cambiar, y en el segundo tiempo salimos a jugar, y ya de tantos años jugando juntos, me le acerco al contrario con la pelota para tocarle a mi compañero para que la ponga en pared, y lo hizo, y ya me iba a enfrentar al arquero que me estaba saliendo a achicar, así que yo sentí como si me hubieran metido un cuchillo en la pierna, y era que había reventado, y yo decía: "¡Uy! mi tendón!", así que me llevaron al vestuario. Llegó Pelé y me dice: "¿Que pasó?", le digo yo: "Me he roto mi tendón", así que él mismo me revisó, me dice que no era el tendón, que el tendón estaba bien, sino que era desgarramiento de gemelo, eso fue lo que me dijo él. Me llevaron de vuelta a Montevideo para tratamiento de un año, y el presidente de Peñarol le dice al doctor Benavides, si me podían llevar a Buenos Aires donde un famoso doctor, un tal Barbieri creo que era, y le explica la lesión que tenía yo, y el doctor le dice que era desgarramiento de gemelo, lo que me había dicho Pelé, así que me hicieron un corte, me hicieron el raspaje, me operaron, y a los cuatro meses y medio entre operación y recuperación quedé nuevito, y hasta la actualidad no me molesta, y a veces me revuelvo en jugar algún partidito y no pasa nada. De vez en cuando me meto mi partidito, así es cuando a uno le gusta, por dentro lleva el deporte.
DB: ¿Quién fue su mejor marcador?
JJ: Fue Luis Ubiña del Club Nacional, buen marcador, fuerte, yo también fuerte, jugábamos fuerte, siempre leal a la pelota, y nos hicimos grandes amigos. A veces cuando él me ganaba o yo le ganaba, pero más las veces le he ganado yo a él. Como por ejemplo, yo me escapaba y él me seguía por detrás para alcanzarme, y me metía mi trancada y caía, cuando estaba caído en el suelo se acercaba y me decía: "¿Te hice daño Juan?", "No, no, no, vamos arriba no más" le respondía, y después cuando se me escapaba él y yo lo trancaba, también le decía: "¿Te hice daño Ubiña?", "No, no, no Juan, vamos arriba", así que nunca nos lesionamos, hemos jugamos fuerte, leal a la pelota, pero nunca nos lesionamos, buenos amigos hemos sido también aparte de eso.
DB: ¿Quién fue el que más le pegó?
JJ: Quién más me ha pegado a mi ha sido un argentino de Independiente, un tal Navarro, ese es él que me ha pegado más. Y después Griffa de Racing Club, creo que actualmente está entrenando a juveniles en Argentina, de Navarro no sé la vida de él. Después había un uruguayo que jugaba en Colón, Brum, un marcador que me daba patadas que daba miedo, todo el medio tiempo me metía patada y patada, y en el segundo tiempo yo le meto una patada y me expulsan. Tres veces no más me han expulsado, me expulsaron esa vez en Montevideo con Colón, después una en Buenos Aires jugando en River, y una con Peñarol en Santiago de Chile, contra la Universidad Católica, donde jugaba Tito Fouillioux de puntero derecho, a él le metí un cabezazo, y me expulsaron, me tiró la pelota en la cara, a mi me tocaba sacar el out, que había rebotado en él, y él traía la pelota, y se la pido y me la tira en la cara, así que la vuelve a agarrar, y le digo: "Oye, si me toca tirar", y ahí le metí su cabezazo, y me expulsaron, le rompí el labio, le saqué un diente, yo me abrí un poquito acá en la frente, y se armó la bronca ahí, pero ya me expulsaron. Esas fueron las tres únicas veces que me han expulsado.
DB: Un recuerdo especial para algún rival, sobre todo de Nacional.
JJ: Un tal Ramos de Nacional, un marcador que a veces me marcaba a mí, que una vez lo dejé arrodillado, como rezando, y después salió una nota en el diario, decía que estaba rezando, decía: "¿Cuántos corderitos?, ¿cuántos corderitos?", como yo era Juan Joya Cordero, estaba contando los corderitos, rezando. Con Manicera también hemos tenido buenos duelos, Troche, Escalada, Domingo Pérez, Celio Tabeira, Cascarilla Morales también buen puntero izquierdo, Vergara y Cococho Álvarez.
QUE GRAAAANDEEEEE JOYA!!!!
Que en Paz Descanse, una verdadera lastima
Que en Paz Descanse, una verdadera lastima
"Rocha, dice Roque que hagas un gol", y Rocha hacía el gol.
Y bueno. ¡Eran otros tiempos!
Y bueno. ¡Eran otros tiempos!
bo BANANA ME COPIASTES!!!..jajajaja solo cambiastes lo del 11
pd: lo de banana es por venganza de desirme gil
pd: lo de banana es por venganza de desirme gil
[beurk] no hablo con gente enferma y que delira!!
Monstruoso! Tremendo!
QEPD Juan Joya!
Parece mentira, pero la generación de los 60's fue en su momento tratada de "fracasada" tanto por el mundial del 66 como por el de 70 (donde salieron 4tos... pero en esos tiempos todavía teníamos dignidad y no festejábamos cuartos puestos).
Hoy se están yendo de a uno... y no solo ya nos vamos quedando si las glorias del 50 sino también sin las -por entonces- "casi glorias" de los 60... Dios nos libre de que algún día se alabe como a un Dios a Francescoli, al Pato Aguilera, etc.
Pero en fín, Joya era peruano, pero cualquiera lo siente más nuestro que a muchos uruguayos. Así que merece todos los homenajes que puedan haber.
QEPD Juan Joya!
Parece mentira, pero la generación de los 60's fue en su momento tratada de "fracasada" tanto por el mundial del 66 como por el de 70 (donde salieron 4tos... pero en esos tiempos todavía teníamos dignidad y no festejábamos cuartos puestos).
Hoy se están yendo de a uno... y no solo ya nos vamos quedando si las glorias del 50 sino también sin las -por entonces- "casi glorias" de los 60... Dios nos libre de que algún día se alabe como a un Dios a Francescoli, al Pato Aguilera, etc.
Pero en fín, Joya era peruano, pero cualquiera lo siente más nuestro que a muchos uruguayos. Así que merece todos los homenajes que puedan haber.
QUE GRANDE EL NEGRO JOYA !!! NO TUVE EL AGRADO DE VERLO EN VIVO, SI EN VIDEOS!! UN GRANDE SIN DUDA!!
:D
:D
un grande de peñarol.......pagaria por a verlo visto jugar con Spencer!
salú negro!
salú negro!
y si... todos pagaban... :P
una jodita pero sin faltar el respeto de este gran jugador
una jodita pero sin faltar el respeto de este gran jugador
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